¡Cuatro días de arcoiris en Acapulco!: ALFREDO VALENCIA

Nació en la ciudad de México el 7 de Agosto de 1979. Inició su carrera artística como actor en algunos proyectos del Instituto Politécnico Nacional: Don Juan Tenorio, El periquillo Sarniento, entre otros, bajo la tutela del Mtro. Jesús Calderón. Dirigió algunos proyectos de Teatro en la Escuela de Comunicación y Periodismo de la Ciudad de México, “María Patiño Vda. de Olmedo”, donde ganó dos primeros premios como mejor director artístico por las obras El Matorral (2002) y Un tranvía llamado deseo (2003). Un tercer premio lo recibió como mejor actor por la obra Oda a Onán, escrita y dirigida también por él.
Es la Escuela “María Patiño Vda. de Olmedo” nació e inició su interés por dirigir cine. Es en dicha institución donde escribió y dirigió sus tres primeros cortometrajes: Mimo-ribunda vida (2004), Dreams (2005) y Deseo (2005). Después de rodar su tercer cortometraje, Deseo, donde su interés más relevante fue abordar los conflictos e hipocresías familiares de cara a una sociedad -como él le llama- farsante de los valores morales, se ganó el guiño del cineasta Jaime Humberto Hermosillo, quien rápidamente lo adoptó como alumno. Desde entonces, ha colaborado con el cineasta en varios proyectos: asistente de Dirección en el largometraje “AMOR”, donde también actúa a lado de los actores: Julissa, Luis Miguel Lombana y Tizoc Arroyo.
En Mayo de 2008, presentó en la Cineteca Nacional y Cinemex, a través del Festival Mix 2008, su ópera prima intitulada TORMENTOS, protagonizada por la primera actriz de cine, teatro y televisión, Marta Aura. Ha escrito los guiones para largometraje: Deseo Prohibido, Amar de más, Veneno. Actualmente, escribe El Engaño, basándose en la anécdota seminal de la película Les carabiniers de Jean Luc Godard. Su ambición y deseo más próximo es realizar Veneno donde aborda la relación calladamente amorosa entre dos hermanas actrices rivales. Actualmente, también se encuentra haciendo la adaptación para radionovela de “La dama que llora” del cineasta y dramaturgo Arturo Villaseñor y “El quebranto”, de Jaime Humberto Hermosillo.
Su visión ante la hipocresía familiar clasemediera es, según él, su tema más prominente en sus escritos.

Alfredo Valencia es Coordinador de Eventos Culturales en el Centro Nacional de las Artes.

UN BANQUETE EN TETLAPAYAC, de Olivier Debroise

Tetlapayac es el lugar donde Eisenstein rodó „¡Qué Viva México!“. El escritor y crítico de cine Olivier Debroise lo toma como punto de partida para su reflexión visual e intelectual sobre este Opus magnum. En distintos niveles persigue las preguntas acerca del valor actual de esta película y el fracaso de Eisenstein. Para esta reflexión invitó a una serie de amigos, actores y críticos para un banquete de varios días, donde se come, se festeja, se platica y se actúa. Por un lado una reconstrucción documental de las circunstancias (donde nos es revelado que el actor principal mató a su hermana (¿sin quererlo?)) y por otro lado reflexiones libres de los críticos. Desde hace mucho tiempo no ha habido en el cine una reflexión tan intensa que realmente se pueda medir intelectual, emocional y visualmente con su objeto.

QUEMAR LAS NAVES, de Francisco Franco

ESPACIO DE VUELTA, de Argel Rojo

Documental. con duración de 17 minutos realizado en video en el que el personaje principal muestra la dinámica de las llamadas “vueltitas mágicas” o puntos de encuentro y ligue entre hombres en espacios públicos, dejando entrever aspectos de su vida, que quizá él mismo ignora o depone como su soledad, sus miedos y sus anhelos. A lo largo de este recorrido nocturno de rostros borrosos y luces de auto intermitentes vemos un mundo que, si bien se esconde, está a la vista de todos y trascendemos el mito logrando una comprensión mucho más humana; sin señalamientos ni juicios.

BRAMADERO, de Julián Hernández

Este cortometraje que estaba pensado para una pareja heterosexual, con lo que Julián Hernández daría un vuelco a su cinematografía gay, terminó protagonizado por dos hombres, pues fue imposible encontrar una actriz, según refirió el director. Un pequeño espacio arrebatado a la masa citadina es el cómplice del encuentro entre Hassen y Jonás. Apartados de la muchedumbre logran encontrar ese lugar que les permite seducirse, acecharse y atraerse hasta lograr fusionarse. Al convertir el sexo en deseo y el deseo en amor, no les queda sino la muerte como opción ineludible para conservar esa soledad impuesta y predestinada. El Bramadero puede ser un espacio colectivo disfrazado de particularidad, pero siempre habrás de salir tan desnudo y solo como llegaste.tor.